martes, 6 de abril de 2010

Alternativas


Me gusta pensar que no siempre ser normal es ser vulgar.
Me gusta beber cocacola, me gusta hacer regalos por navidad.
Y también me gusta creer que eso no me hace una persona horrible.
He ganado en autocomplacencia y he perdido en prejuicios.
A lo mejor es la única manera de equilibrar la balanza. O la única que he sido capaz de encontrar.
Al final todos acabamos metiendo mierda en nuestro saco, supongo que sólo es cuestión de barrer con cabeza. Un poco de polvo hace hogar, mucho hace pocilga.
Con el tiempo y una caña comprendo que no me hace falta llevar el pelo verde para seguir despertando miradas de interés. Y eso, amigos, eso es la hostia.
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4 comentarios:

  1. Esta entrada es la hostia.
    Y creo que mi filosofía de vida from now on va a ser "Un poco de polvo hace hogar, mucho hace pocilga."
    Y en serio, me has pillado en el momento preciso, me siento 100% identificado.

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  2. Me alegro de leer una entrada 100% tuya... algo de normalidad de vez en cuando nunca hace mal... aunque como todo, prefiero que no sea en exeso...

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