"El vagón de fumadores resultó ser una espantosa pocilga donde los pasajeros estaban amontonados, deprimidos y en actitud desafiante. Me doy cuenta de que ya no es posible que los fumadores vivan con dignidad y se ven forzados a esconderse en los cuchitriles más repugnantes de la existencia. Así es la sociedad moderna, la gente acepta que le planten una chimenea industrial enfrente de casa pero asume como terrible ofensa e imperdonable acto incívico el hecho de que su vecino se atreva a encenderse un pitillo en el balcón. Una vez más la conciencia individual frente a la colectiva; quiero mis pulmones limpios pero a la mierda si la lluvia ácida destruye la ciudad. Creo que pronto las compañías privadas ferroviarias empezarán a preparar trenes de fumadores y los ciudadanos les amenazarán con el puño y les tirarán piedras a su paso, aterrando a sus hijos con historias de que en esos vagones viajan monstruos que respiran fuego..."
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Ya vez... asi es este juego de la doble moral, "doble pensar" diria george Orwell... pero ¿que le vamos a hacer?
ResponderEliminarQue raciono los pitillos eeeeh que noooo que ya no estoy con la garganta jodida :)
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