Algún día os enseñaré mi yo acústico.
Todavía tengo reparos a la hora de quitar el enchufe, no vaya a ser que mi voz, desnuda y sin papel de regalo, no sea capaz de llenar una habitación vacía.
Así funciona. El que no llora no mama, el que no grita no tiene nada que contar.
Todavía tengo reparos a la hora de quitar el enchufe, no vaya a ser que mi voz, desnuda y sin papel de regalo, no sea capaz de llenar una habitación vacía.
Así funciona. El que no llora no mama, el que no grita no tiene nada que contar.
(já)